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Mi trabajo había estado siempre enfocado a la publicidad, los documentales y los vídeos de boda. Hace unos años decidí desmarcarme de lo común, haciendo una fuerte apuesta y centrando todo mi esfuerzo, experiencia y dedicación en un solo objetivo: dar una mirada original y personal a la videografía de boda; con un marcado carácter documental y trabajando intensamente sobre emociones y momentos verídicos. Un sello que identifique cada trabajo como único, una historia construida a la medida de cada enlace y de cada persona.

Nuestra visión de los vídeos de boda es cocinada lentamente, un concepto en el que los novios no sean solamente unos modelos de referencia. Lo que logramos, con empatía y total atención, es contar y conducir la historia a través de sus personajes y de sus diferentes formas de vivir el gran día. El día de la boda, cada persona tiene un punto de vista propio. Observar, interpretar y plasmar los hechos que suceden es realmente lo que nos diferencia.​